La Orquesta Filarmónica Checa, Semyon Bychkov, el Orfeón Donostiarra y las hermanas Katia & Marielle Labèque, clausuran la 83ª Quincena Musical de San Sebastián con dos conciertos emblemáticos los días 26 y 27 de agosto en el Auditorio Kursaal.
Semyon Bychkov vuelve a Quincena Musical esta edición para ofrecer un concierto cargado de historia. El 19 de septiembre de 1908, en sala de conciertos de la Exposición del Jubileo en Praga, Gustav Mahler, al frente de la Orquesta Filarmónica Checa, se preparaba para el estreno de su esperada Séptima Sinfonía. Desde ese momento, la Orquesta Filarmónica Checa se convirtió en la agrupación por excelencia en lo que a Mahler se refiere.
El 26 de agosto, el Kursaal se transformará en un cuadro al pasado para revivir ese preciso instante en donde la Séptima de Mahler nació a ojos del mundo. No con Mahler a la batuta, como es lógico, pero con el que posiblemente sea el director de orquesta más exquisito del panorama internacional: Semyon Bychkov.
El 27 de agosto, a la Orquesta Filarmónica Checa y a Semyon Bychkov, se les suman las hermanas Katia & Marielle Labèque, en un concierto que se sale de los marcos de lo establecido, ya que en él se podrán escuchar dos obras de extraña rareza. En primer lugar, las pianistas Katia & Marielle Labèque interpretarán el Concierto para dos pianos de Bohuslav Martinu, compositor Bohemio contemporáneo a Leoš Janáček que, pese a no gozar de la fama internacional de su compatriota, su obra abarca más de 400 títulos, siendo reputado sobre todo como compositor de música coral.
Al concierto de Martinu, le acompaña otra de las grandes obras de su coetáneo Leoš Janáček: la Misa Glagolítica, una obra de carácter monumental, cuyos textos están en antiguo eslavo eclesiástico y cuya interpretación en nuestro país ha sido siempre reducida. Para esta obra de carácter colosal, Bychkov se servirá de las voces del Orfeón Donostiarra, así como de los solistas Evelina Dobračeva, Lucie Hilscherová, Aleš Briscein y Jan Martiník. También contará con la participación de la organista Daniela Valtová Kosinová.
No podía faltar un último nombre checo en este cuadro singular, siendo además, el compositor checo más conocido de todos los tiempos: Antonin Dvorak, cuya Obertura Carnaval, op. 92 abrirá el concierto como preludio a estas dos grandes piezas de carácter inconmensurable.
Foto: las hermanas Katia & Marielle Labèque / © Brigitte Lacombe