En estos momentos de incertidumbre, cuando la inquietud sobre nuestra salud y la de nuestras familias y amigos se une a la tensión por cumplir las medidas de higiene y de confinamiento necesarias para poder concluir cuanto antes este periodo de encierro, y sobre todo ello planea el mayor de los desasosiegos sobre cómo todos estos acontecimientos repercutirán en la economía internacional, nacional y personal, es lógico y excusable que cada uno de nosotros se preocupe por su futuro inmediato.
En este contexto, todos los sectores económicos de este país dirigen su mirada hacia el Gobierno, y hacia sus ministros, analizando al milímetro las medidas de económicas que a golpe de Real Decreto se van implementando día a día para intentar paliar las desastrosas consecuencias económicas que se avecinan tras el confinamiento. El sector cultural es uno de ellos, especialmente sensible en estos días, ya que gracias a la producción de esta industria (películas, producciones teatrales, obras de arte, libros, música…) el confinamiento está siendo más llevadero para muchos ciudadanos.
Pero a lo largo de esta semana, el Gobierno español (y diferentes administraciones de menor rango: autonomías, diputaciones, ayuntamientos…) no está respondiendo a las necesidades de este sector con la misma rapidez y cuantía que otros países de nuestro entorno que, con su gesto de apoyo económico, han reconocido la importancia de la cultura en el tejido económico de sus países, y su contribución determinante a la comodidad y salud mental de la ciudadanía confinada.
Por ello, 59 Premios Nacionales de Cultura (en sus diversas categorías) firman una carta abierta al Gobierno, en el que le solicitan que atienda las peticiones y reclamaciones de este sector, heterogéneo y diverso en sus componentes, porque, como concluye esta Carta Abierta: ‘una sociedad que no cuida su cultura, abandonando a su suerte a quienes la producen, es una sociedad abocada al oscuro abismo de la barbarie’.
TEXTO COMPLETO DE LA CARTA ABIERTA
Foto © Ana Jiménez