Con esta producción de L’Incoronazione di Poppea (1643) de Claudio Monteverdi (1567-1643) Calixto Bieito consigue una vez más, con su particular visión del espectáculo teatral, renovar y actualizar el género lírico. La propuesta, estrenada en el Opernhaus-Zürich en 2018, transforma la sala del teatro en una suerte de plató, ya que en su lectura opta por captar las dos caras de los personajes, la pública y formal y, en primer plano, los gestos y las miradas que revelan sus pulsiones internas que son retransmitidas a varias pantallas esparcidas por el escenario y los palcos de proscenio. El efecto inmersivo que ello produce transforma al espectador en una especie de voyeur, en un televidente enganchado a un reality show. Con libreto de Gian Francesco Busenello adaptado por el propio Bieito, la obra permite esta libertad de lectura, ya que narra conflictos universales e, incluso, tremendamente actuales, nada menos que la lucha por el poder por parte de unos personajes sin miramientos para conseguir lo que desean.
La ópera de Monteverdi, una partitura de instrumentación incompleta y que hoy en día presenta una veintena de versiones diferentes, se ofrecerá en seis funciones entre el 10 y el 21 de julio con la lectura personal de Jordi Savall, un experto en el repertorio que va de la música antigua al Barroco, y mucho más allá. El maestro catalán dirigirá las representaciones de los días 10, 12 y 14 de julio y se alternará en el podio con otro especialista en el estilo, Luca Guglielmi (17, 19 y 21 de julio). Ambos contarán con un reparto excepcional integrado por estrellas de la lírica como Julie Fuchs, Magdalena Kožená, David Hansen o Xavier Sabata secundados por un amplio plantel de intérpretes de prestigio internacional, sin olvidar a representantes de la nueva cantera de voces españolas, como Natalia Labourdette, Irene Mas o Guillem Batllori.
L’Incoronazione di Poppea fascinó a Calixto Bieito por la tremenda modernidad del libreto y por el perfil de los personajes. Monteverdi se olvida de poner a dioses y ninfas como protagonistas –dándoles roles secundarios– para centrar la atención en personalidades históricas que fueron fundamentales en momentos cruciales de Occidente, en plena decadencia del imperio romano. Después de un prólogo muy del estilo de la época (a cargo de Amore, Virtù y Fortuna), por el escenario desfilará una serie de personajes que buscan hacerse con el poder político a toda costa, sin miramientos y utilizando todas sus armas, desde el sexo a la mentira. La obra habla de traiciones, intentos de asesinato, suicidios, adulterios, envidias personales, corrupción y aspiraciones políticas. Además, al final llama la atención el triunfo de los malos, los corruptos –aunque también puede leerse en clave de los sentimientos, donde gana el amor–, y no ofrece ningún tipo de epílogo moralizante. En L’Incoronazione di Poppea es la pulsión sexual y la acción del hombre, más que la virtud y la suerte (tal y como se explica en el prólogo) lo que acaba imponiéndose.
La obra estuvo perdida durante siglo y medio y ha sobrevivido gracias a dos manuscritos tardíos con la instrumentación incompleta –el original monteverdiano no se conserva–; esto ha permitido que haya sido versionada decenas de veces. También parte de su música pertenece a otros autores, una práctica común en la época del estreno; de hecho, el famoso dúo final no es de Monteverdi. En el Liceu se ofrecerá según la revisión del maestro Jordi Savall, que aportará toda su experiencia y conocimiento del estilo contando en el foso del Gran Teatre con el conjunto especializado que lidera el músico catalán, Le Concert des Nations.
Esta compleja puesta en escena será grabada en el Liceu en dos funciones para ser emitida el día 20 de julio por el canal europeo arte.tv, plataforma que la mantendrá en abierto en su parrilla durante todo un año. La producción de Bieito es especialmente apta para un visionado televisivo, puesto que la propuesta juega con la doble cara de los personajes revelando el detalle, las miradas y los gestos que muestran la personalidad oculta de cada uno ellos; todo esto se emite, precisamente, por más de una docena de pantallas que, como se ha dicho, llenan el escenario y el proscenio.
Considerada como una joya del catálogo de Monteverdi, L’Incoronazione di Poppea está estructurada en tres actos y su trama estaría inspirada en diversas fuentes, como en La vida de los doce Césares de Suetonio, los Anales de Tácito y en la Historia romana de Dión Casio, pero algunos autores también proponen que Gian Francesco Busenello habría cogido ideas para su libreto de Octavia, obra atribuida a Séneca, filósofo y escritor que aparece en la ópera como uno más de los personajes. La obra ha subido al Liceu solo en 12 ocasiones, la primera, en su estreno en febrero de 2009 en una producción de David Alden con diez representaciones dirigidas musicalmente por Harry Bicket y grabada en soporte audiovisual, y, en diciembre del 2017, con dos audiciones en versión de conjunto por el Ensemble Matheus bajo la dirección de Jean-Christophe Spinosi.
La producción
El montaje de Calixto Bieito –con dramaturgia de su colaboradora habitual, Beate Breidenbach– se estrenó en la Ópera de Zurich en junio de 2018, consiguiendo un éxito tanto de público como de crítica. Se trata de una puesta en escena inmersiva en la que el regista burgalés propone una metáfora de la sociedad actual, hedonista, narcisista y exhibicionista, mediatizada e incluso condicionada por las redes sociales. El libreto presenta una serie de personajes históricos ambivalentes, como el emperador romano Nerón, su esposa Octavia y su amante Popea, un triángulo de dobles caras de implicaciones políticas, morales y sexuales que se transforma en un poliedro al incorporar amantes, enamorados en secreto, esclavos y todo tipo de roles que intervienen en la acción, desde guardias de palacio a dioses. Al final Poppea es coronada reina, mientras la anterior esposa del monarca debe partir al exilio.
Las relaciones que se establecen entre todos y la parte más escondida de sus personalidades son las que Bieito recoge con videocámaras que captan en primer plano y con todo detalle miradas, acciones sutiles y gestos, para retransmitirlos a más de una docena de pantallas distribuidas por el escenario y el proscenio. De esta forma el público se ve inmerso en los sentimientos de los personajes expuestos en una especie de reality show. El aparato escenográfico que firma Rebecca Ringst –la producción cuenta con vestuario de Ingo Krügler, diseño de iluminación de Franck Evin y vídeos grabados y editados previamente por Sarah Derendinger– también propone una plataforma que rodea el foso y a la orquesta, acercando la acción al patio de butacas, mientras que en el fondo del escenario Ringst sitúa unas gradas con público. La caracterización de los personajes va desde la elegancia a la extravagancia, muy en la línea de muchas de las producciones del director teatral.
Pero el cambio de contexto del lenguaje bieitiano no es gratuito. L’Incoronazione di Poppea es la primera ópera de la historia que habla de personajes que existieron, personas reales que, por su trascendencia política, quedaron retratos en documentos y en la literatura. La corrupción, las luchas por el poder político y la moralidad cuestionable de todos ellos están en la base de la propuesta de Bieito, quien se fascinó por la obra, tal y como lo explicaba en las publicaciones de la Opernhaus antes del estreno de la producción: “L’incoronazione di Poppea muestra una sociedad hedonista, decadente, donde los personajes se comportan de forma extremadamente egoísta. Se mueven por su ambición personal, la sexualidad se utiliza como instrumento de poder. Casi parece la sociedad actual, a pesar de que esta ópera se escribió hace más de 350 años”.
Momentos musicales clave
A pesar de no tratarse de una obra habitual en el repertorio internacional, la partitura de L’Incoronazione di Poppea posee fragmentos que se han ido incorporando en los programas de recitales y conciertos por su belleza y fuerza dramática. Hay que tener en cuenta que la estructura de esta ópera se basa sobre todo en airosos y recitativos, ya que todavía no se habían consolidado formas como el aria da capo, típica del posterior período barroco. Después del Prólogo, con Virtú, Fortuna y Amore como protagonistas, en el primer acto llega la primera sección famosa de la obra a cargo de Ottone, «E pur’io torno qui qual linea», en la cual se lamenta al comprobar que su adorada Poppea es amante de Nerone, el corrupto emperador.
La escena «Oblivion soave», interpretada por Poppea, es una sección de una belleza extraordinaria y uno de los puntos más atractivos del segundo acto. En el tercero, destaca la escena final de Ottavia, quien, ya al exilio, se despide de su adorada Roma –y de su corona y de su poder– en «Addio, Roma! Addio, patria! Amici, addio!». Por último, Poppea y Nerone ponen fin a la ópera con el dúo «Pur ti miro, pur ti godo», atribuido al compositor Benedetto Ferrari, una pieza que canta al triunfo del amor.
Incoronazione di Poppea en ARTE
A partir del 20 de julio de 2023, la producción Incoronazione di Poppea de Monteverdi del Gran Teatre del Liceu podrá reproducirse en arte.tv/concert, donde permanecerá durante varias semanas.
ARTE, en colaboración con los principales teatros de ópera y festivales europeos de 14 países diferentes, incluido el Gran Teatre del Liceu, comisaría su propia temporada de ópera digital, ARTE Opera Season, desde 2018. Espectadores en toda Europa gozan de nuevas producciones cada mes; y gracias al apoyo financiero del programa “Creative Europe” de la Unión Europea, estos los títulos están disponibles con subtítulos en inglés, español, italiano y polaco, además de los estándares alemán y francés de ARTE. Esto significa que más del 70 por ciento de los europeos pueden gozar de las óperas en su lengua materna.
Foto © Monika Rittershaus